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Pocas personas entienden la efectividad de la llamada guerra jurídica, la guerrilla colombiana es maestra en este tipo de guerra, como ellos la llaman, "todas las formas de lucha", esto quiere decir que ellos no solamente luchan con las armas, sino que emplean todo tipo de estratagemas par confundir y minar la moral del enemigo, en este caso de todos los Colombianos.
Porque ese es el enemigo de la guerrilla, los Colombianos, el pueblo colombiano.
Ahora, seremos testigos de una de sus estratagemas jurídicas, veremos seguramente caer las cabezas de excelentes oficiales, cumplidores de su deber y defensores de nuestra patria, por cuenta de una de las más rastreras y sucias estratagemas, la guerra jurídica, de nuevo en acción. Esta vez, acusan nuevamente al ejercito por omisión cuando hay una masacre, la de Buga, perpetrada por paramilitares, otro flagelo igualmente grave que la guerrilla, el defensor del pueblo sale a decir "Creo que es importante que se abra de inmediato una investigación para que se determine cuál ha sido la conducta del batallón militar Palacé en estos actos, que son muy preocupantes", esto sencillamente es una infamia del doctor Eduardo Cifuentes, quien adrede o involuntariamente está sirviendo a los intereses de quienes quieren desestabilizar a Colombia.
Se creen estos funcionarios muy valientes cuando reciben informaciones tendenciosas y sin averiguar lo ni más mínimo, lanzan acusaciones temerarias y mortales. Dios no lo quiera, pero veremos como caen las cabezas de militares inocentes, son investigados, abandonados a su suerte, acusados de mil infamias, empezará una defensa interminable contra mil acusaciones sin mucho sustento, pero como en este país el militar es culpable hasta que demuestre su inocencia, cuando al final logre hacerlo (demostrar su inocencia) ya no tendrá carrera, ya no tendrá casa, ya habrá empeñado hasta los ahorros de la familia para lograr salir limpio de una infamia como esta. Este panorama que les cuento, se ve a diario a lo largo y ancho del país, militares acusados con pruebas falsas, testigos que brotan por doquier haciendo falsas acusaciones y carreras de los mejores hombres terminadas sin remedio. Realmente es una buena estrategia, a nuestros enemigos les da resultado, para el otro lado es imposible, porque ellos si son los buenos.
Que bien defiende a su pueblo señor Defensor del Pueblo, ¿o es que sus soldados no son parte del pueblo? ¿No serán ellos los que mueren a diario para que usted pueda dormir tranquilo? Piénselo.
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